El 5 de diciembre de 2012 concejales
de diferentes expresiones del peronismo, Frente Plural, Frente Salteño, Frente
para la Victoria, aprobaron el impuestazo municipal, reflejado en los exorbitantes
importes de las boletas que comenzaron a recibir los salteños.
La medida es bochornosa, por sus
orígenes, explicaciones y destinos.
Mientras el intendente y el
cuerpo deliberante ponían a la ciudadanía de Salta a discutir cambios de nombre
de calles y derribamientos de estatuas, los “representantes del pueblo” aprobaban
el impuestazo, sin deliberación, sin consulta, sin la discusión necesaria con
los vecinos, sin cuestionamientos por parte del intendente, y sin la publicidad
de lo actuado.
Intendente, funcionarios
municipales y concejales no pueden explicar por qué se suben los impuestos sin
considerar la capacidad tributaria de los vecinos, los índices reales de
inflación, los índices reales de aumentos salariales.
La nula gestión municipal indica
que el destino de estos recursos se diluye en la campaña electoral permanente
en la que se sume a la población y en la excesiva burocracia, que añade cada
vez más hijos de amigos.
Gobernantes y gobernados tenemos
obligaciones y derechos, en el marco de esta comunidad política que integramos.
Esperamos acciones que vuelvan atrás lo actuado y reconcilien al intendente, funcionarios
y concejales con los objetivos y principios instituidos en la Carta Municipal,
y con los vecinos.
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