sábado, 3 de noviembre de 2012

A 29 de años del 30 de octubre de 1983


“Con la democracia no se jode. Todos con Cristina”. O la ausencia de una cosmovisión pluralista


Hoy es un nuevo aniversario de aquel hecho histórico acaecido el 30 de octubre de 1983. Después de un letargo dictatorial las urnas volvieron a sentir la convicción ciudadana. La fórmula Alfonsín-Martínez se impuso holgadamente sobre Lúder-Bittel. El 10 de diciembre de aquel año, Raúl Alfonsín asumió la presidencia, y se convirtió en el quinto presidente de origen radical en gobernar, durante siglo XX.

Con Alfonsín, el partido radical acentuó los rasgos identitarios que le habían dado origen y elevó a la democracia como una característica necesaria del ejercicio del poder  y del accionar político. De allí se entiende que, a su muerte, muchos insistieran en  llamarlo “Padre de la Democracia”.

Ya transcurrieron 29 años de aquel histórico día. El año pasado participamos de una nueva jornada cívica, de la cual resultó electa la actual presidenta, con el 54% de los votos. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, a las recurrentes instancias electorales, al número de votos, no acordamos en el seno de la sociedad argentina en entender qué es esto a que llamamos democracia, y que a juicio de algunas paredes hoy estaría en peligro.

Si repasamos los discursos de Alfonsín, la sociedad argentina, ingresó a la nueva etapa democrática convencida de que el pluralismo  es el valor fundante de la democracia. Éste no debe concebirse como un mero procedimiento de toma de decisiones, sino entenderse como el reconocimiento del otro, como la capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias para la existencia de una sociedad libre.

Veintinueve años después, las paredes de Salta y del país dicen que la democracia es unanimidad, es homogeneidad, es el rechazo a las diferencias, es el reconocimiento de la voluntad de gobernar el país como una empresa individual. La frase es respaldada por la palabra de los protagonistas del nuevo modelo. Agustín Rossi dijo respecto de la ley sobre las ART, absolutamente cuestionada desde diferentes sectores por sus connotaciones anti trabajadoras, que "este es el proyecto que envía la Presidenta de la Nación”. “No somos librepensadores", agregó.

A 29 años del 30 de octubre de 1983, urge como sociedad que recuperemos la voluntad democrática de construir colectivamente. Ello implica reconocer que el otro existe, que es necesaria la deliberación para acordar acciones de cooperación, que concurran hacia el bien común y otorguen prioridad a los desfavorecidos.

María Fernanda Justiniano

UCR Línea Salta RA 

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